domingo, 1 de junio de 2008

Consejo nro 1 y mujer barbuda

Consejo nro 1:
Cuando cierres los ojos, te despiertes y entonces realmente sueñes todavía, lo harás exactamente sobre donde dejaste tu sueño. Nada habrá cambiado. Todo será como un catálogo de objetos sobre las mesas de madera; los banquitos plegables de lona, calientes al sol, apenas soportarán tu peso y escucharás el sonido de la luna en el interior del subte, yendo por Callao hacia el río.

La mujer barbuda:
Las varillas de metal de un banquito plegable de lona se curvaban ante el peso de una enorme mujer barbuda. Para hacer todo esto más teatral la habían vestido de dama antigua y la habían puesto junto a un enano que se reía y se reía. Pagábamos veinticinco centavos para verlos, a ella y el enano. Ella parecía muy triste, y el enano se reía y se reía. Después de todo, según nos contó uno que limpiaba, ella guardaba un secreto: la mujer barbuda del Circo Schiaffaroni era, en realidad, un hombre, un pobre marinero danés enfermo de ginecomastia, del que todos se burlaban, y que se vestía de mujer para darle de comer a sus hijos en Villa Soldati. Su nombre era Leif Spregelburd.

Contador

No hay comentarios: