Tierra prometida, mujer,
De súbito te aborrezco y te señalo
Con una marca de impureza para siempre:
Una herida que no cierra,
Un cántaro que se vuelca sobre la tierra,
El rastro de sangre que vuelve,
Mes a mes,
Coincidiendo con la luna,
Está tan poco claro
Que confunde en una,
Víctima del sacrificio y homicida.
miércoles, 10 de septiembre de 2008
Canaan.
Cuando niño, el egipcio
Que a veces me llevaba
A la orilla del mar
A contarme la historia
De Jacob, de Agar,
De Rebeca y de Isaac,
Me enseñó a leer los nombres
Que dibujan en la arena
La luz de las estrellas,
La sombra de las cosas.
En los templos olvidados
Que ya nadie visita
Solo viven viejos becerros
Que han servido a algún culto,
Estos viejos becerros de marfil
No son la tumba
De dioses olvidados
Cada uno es una tentación
Para no seguir adelante.
Que a veces me llevaba
A la orilla del mar
A contarme la historia
De Jacob, de Agar,
De Rebeca y de Isaac,
Me enseñó a leer los nombres
Que dibujan en la arena
La luz de las estrellas,
La sombra de las cosas.
En los templos olvidados
Que ya nadie visita
Solo viven viejos becerros
Que han servido a algún culto,
Estos viejos becerros de marfil
No son la tumba
De dioses olvidados
Cada uno es una tentación
Para no seguir adelante.
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