lunes, 24 de mayo de 2010

Martín Bracamonte Rivas 12

Marina

Cortando un coágulo de agua, van
Serenas o encerradas en leyendas de bravura
Las ballenas que siguen a los barcos.
Nacieron del firmamento diurno,
O vinieron con él una mañana como hijas
Que bajan a bailar por primera vez a un pueblo
Acompañadas por sus padres.
No las parió el mar, de eso estoy seguro;
Fue más bien el horizonte el que quiso
Que ellas fueran dueñas de la sal
Y de las buenas corrientes marinas.
Que tuvieran cola de pez,
Eso quiso
El demiurgo que quizá las soñó.
Que tuvieran largas colas de pez
Como si fuera poco,
Como si fueran atunes gigantes
También grandes pechos de vacas marinas,
Tan grandes que podrían alimentar
A un regimiento o dos,
Y de hecho lo alimentan porque a veces
El océano amanece florecido.Van más allá.
Entonces como diosas, matronas, diablas
Factorías;
Es la fuerza de su primera lactancia,
Del primer bocado de alguna papilla sólida:
La lengua prueba, pero no sabe qué saborea.
Con lo que comen
Una fuerza bruta nace en el corazón de la ballena.
Una fuerza que basta para descorrer el telón
De una, de todas
Las noches marinas
Y ganarse al sol del nuevo día
Y porqué no, a la velita que prende una estrella Sirio.

sábado, 15 de mayo de 2010

Martín Bracamonte Rivas 11


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lunes, 3 de mayo de 2010

Martín Bracamonte Rivas 10

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